De nuevo me voy a referir a los que nos dirigen, pues gran parte de su quehacer diario esta más orientado a dar de sí mismos una imagen pública impoluta, a practicar el pasteleo, a hacer lo inconfesable para conservar el cargo, y a fulminar a rivales – a menudo, muy superiores a ellos, humana y profesionalmente -, que a realizar una gestión encaminada a engrandecer las instituciones estatales, autonómicas, municipales, empresariales y sindicales que, por torpeza, ambición o ambos, no hacen o hacen mal; excluyo a los religiosos, pues creo que éstos requieren un análisis diferenciado del resto.
Muchos ególatras e impenitentes trepas, que ocupan puestos de dirección en los que tan cómodos se sienten y con los que tanto han soñado, son quienes nos han metido en el atolladero de tener que sufrir esta pavorosa crisis-recesión y, lo que es más chusco, nos están obligando a soportarla y a sufragarla y, con toda desfachatez, han dicho, sin que se les caiga la cara de vergüenza, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades; esto sí que ¡¡Manda muchos h…!!
Mes: junio 2015
Dirigentes “de salón”
Estos días, pre y post electorales, contemplo pasmado, mañana, tarde y noche, como políticos, con o sin cargo público, hacen verdaderos esfuerzos – «pactos», dicen, eufemismo utilizado para enmascarar lo que no es más que un mercadeo – para mantenerlo u ocuparlo, dejando a un lado, de palabra y obra, la solución de los problemas que atenazan a la ciudadanía, a la vez que ciertos profesionales de la comunicación dan la imagen de ser más proclives a explicar el juego político de aquellos – en el que alguno parece participar – que de mantener informada a la ciudadanía sobre casos en los que se olvidan promesas electorales en aras de alcanzar o mantener el carguito.
Han pasado cuatro años desde las últimas elecciones, y pese al «vóteme porque somos los únicos que sabemos arreglar esto», la mayoría de los problemas existentes entonces continúan estando ahí, y algunos se han agravado. La siguiente noticia, aparecida recientemente en la prensa, pone blanco sobre negro a este respecto: