Aprendiendo a trazar el plano de formas del modelo del Juan Sebastián de Elcano

(escala 1/140)

A mis colegas de afición, con respeto.

Creo haber dicho ya que mi etapa de modelista naval ha concluido; no obstante, continúo con la afición de diseñar modelos de embarcaciones y, de vez en cuando, explicar a otros modelistas ciertos aspectos de su afición cuyo conocimiento, sin duda alguna, enriquecería y mejoraría sus trabajos.

A través de este blog, algún foro y ciertas páginas de internet dedicadas al modelismo naval, he notado en algunos modelistas – algunos muy buenos – que, gran parte de su estímulo modelista tiene por origen los elogios que piensan recibir al exhibir sus trabajos. Naturalmente, afirmo esto sin acritud, pero alerto sobre los excesos relacionados con el ego que pueden bloquear nuestro deseo de conocer los secretos de esta o de cualquier otra actividad.

Pensando en quienes, sin bloqueos, desean aprender algo básico de su afición – y no solo las malas prácticas como el emplaste (por poner solo un ejemplo) ampliamente extendida entre, mal enseñados y peor aprendidos, modelistas navales -, describo seguidamente el trazado del plano de formas de un modelo, bien es cierto que en otras entradas de este blog ya lo he hecho de forma algo más generalizada, pero ningún modelista hizo de ellas preguntas o comentarios. Así pues, en esta ocasión, me centrare en el trazado del plano de formas del buque escuela «Juan Sebastián de Elcano», celebérrimo barco donde los haya.

Aunque a muchos les traiga sin cuidado, para cualquier modelista naval que, para hacer sus modelos, parta de cero y quiera escalarlos fielmente, debería ser fundamental disponer del plano de formas y el de disposición general del barco real del que hará su réplica; esto casi nunca se consigue, y sin entrar en otras consideraciones, muchos parten de fotografías para hacer el modelo o, simplemente, lo hacen «a ojo», o una combinación de ambos, lo cual no les impide decir, completamente convencidos, que han hecho el modelo a una determinada escala, algo absolutamente imposible de lograr haciendo el modelo de esa manera, aunque les haya salido de lo más resultón. Dicho esto, creo que, si el modelista trata de escalar su modelo con cierto rigor, tiene que recurrir a planos que ofrezcan cierta garantía, como puedan ser los de esta página web:

https://armada.defensa.gob.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/mardigitalbiblioteca/prefLang-es/17modelismo-naval—02planos-historicos-buques-armada

en ella se enuentran, entre otros, algunos planos del barco elegido.

Lamentablemente, esta página web, de título «Planos Históricos de Buques de la Armada. Modelismo Naval», no ofrece el plano de formas del barco, aunque facilita el de sus cuadernas de construcción n.º 23, 43, 59, 80 y 101, que, a falta del primero, nos será de gran ayuda. Bastantes páginas web facilitan planos de embarcaciones, pero generalmente solo los de disposición general de alzado y cubiertas; por eso he decidido explicar cómo se trazan planos de formas valiéndonos de tal información. El método de trazado elegido es el de calcado sobre papel transparente, lápiz, cartabón, escuadra, regla, junquillo y plantilla de curvas. Antes de empezar conviene saber lo que significan ciertas líneas y anotaciones de estos planos, para ello hago referencia a la imagen 1, alzado de la disposición general de nuestro barco que, para una mejor resolución, la he hecho entres fragmentos, popa, centro y proa.

El trazo azul que comienza en el espejo del barco representa la línea de cubierta toldilla al costado, o sea, que es la línea común de unión de esta cubierta con el forro del barco (ignoro porqué el plano no la nombra cubierta toldilla). El trazo verde localizado en la proa representa la línea de cubierta castillo al costado, o sea, que es la línea común de unión de esta cubierta con el forro del barco. El trazo morado que se extiende de proa a popa representa la línea de cubierta alta al costado, o sea, que es la línea común de unión de esta cubierta con el forro del barco. El trazo amarillo que también se extiende de proa a popa representa la línea de cubierta principal al costado, o sea, que es la línea común de unión de esta cubierta con el forro del barco. Las flechas rojas señalan el canto alto de la quilla, y las azules el canto bajo. Las líneas verticales de trazos representan la situación de las cuadernas que están numeradas de cinco en cinco, empezando por la «0» en popa; algunas se señalan también con «M.E.» que significa mamparo estanco, aunque conservan el número de cuaderna que les corresponde. Por último, el trazo azul claro es la línea de flotación y son perpendiculares a ella todas sus cuadernas y mamparos, pues su quilla tiene una pendiente aproximada del 1 %, con más calado a popa que a proa.

En este plano también se han señalados los números y posiciones de las cuadernas de construcción antes mencionadas. Como ha podido observar el lector, he mencionado las cuadernas de trazado y las de construcción; las primeras únicamente definen la forma de la cuaderna y son las existentes en todos los planos de formas (cajas de cuaderna), y las otras muestran los elementos estructurales que las componen, algo así como el soporte material a sus formas.

Paso ahora a señalar las líneas y puntos más relevantes de una cuaderna de construcción – naturalmente, solo de cara al trazado que pretendemos hacer -, para lo que haré referencia a la cuaderna n.º 43 de la imagen 2. La línea vertical roja es la de crujía que divide geométricamente al barco en dos partes iguales, es su línea de simetría entre el lado de babor y el de estribor; la línea horizontal perpendicular a ella parte del punto más bajo de la cuaderna que coincide, a la vez, con el canto alto de la quilla. Los trazos rojos de la cuaderna y «cub. alta» son la cuaderna de trazado y bao de trazado, respectivamente, de la cuaderna 43. La imagen ampliada inferior muestra con más precisión, el posicionamiento de la línea de cuaderna (color rojo).

Para que el plano de alzado (imagen 1) y el de la cuaderna (imagen 2) estén a la misma escala (exceptúo la ampliación de este) es necesario que las distancias «H» de ambos (o cualquier otra distancia) sean iguales.

La imagen 2a – hecha con el mismo criterio de la 1 – corresponde a los planos de las cubiertas alta y principal cuyas líneas más relevantes, de cara a la confección de nuestro plano de formas, son las ya señaladas con los mismos colores en el alzado de la imagen 1, de modo que, a mismo color misma cubierta. Color azul: cubierta toldilla. Color verde: cubierta castillo. Color morado: cubierta alta. Color amarillo: cubierta principal.

Dicho lo anterior, inicio aquí el proceso de trazar el plano de formas del modelo del «J. S. de Elcano» y, para ello, he elegido la escala 1/140 con relación al barco real, lo que quiere decir que su eslora total será de 672,4 mm (realmente 672); así pues, el plano impreso a esta escala debe cumplir esta condición, tal como muestra la imagen 3, una fotografía del plano de alzado del barco impreso en tres folios unidos entre sí, bien es cierto que sería mejor imprimirlo con una impresora o plotter capaz de imprimirlo en una sola hoja. Para que los planos de cubiertas se impriman a la misma escala del alzado, es necesario que la distancia entre las cuadernas de construcción sea la misma en todos ellos, y los planos de las cuadernas de construcción, antes mencionados, deberán cumplir el requisito antes relatado.

Para las faenas de dibujo he elegido un tablero (ver fotografía 4) al que le he trazado dos líneas paralelas horizontales que serán las guías de la línea de flotación y la de crujía en planta (superior e inferior respectivamente), otras líneas perpendiculares a ambas que también utilizaré como guía para posicionar las cuadernas 23, 43, 59, 80 y 101 y la guía de la línea de crujía para el trazado de las cuadernas a la derecha del tablero (ver fotografía 4).

A propósito de perpendicularidad, aprovecho para recordar el modo de trazar una línea perpendicular a otra utilizando cartabón y escuadra; las fotos de la imagen 5 muestran las dos etapas necesarias para hacerlo.

La línea de flotación trazada como guía sobre el tablero antes mencionado servirá también como línea base de trazado pues, como he mencionado, el «J. S. de Elcano» no tiene su línea de quilla paralela a la de flotación, ni sus cuadernas son perpendiculares a la quilla y, por eso, la tomaré como línea base, aunque no lo sea en sentido estricto.

En la imagen 6 se ven fijados al tablero los planos de alzado, cubierta alta y cuaderna 23, todos ellos impresos a la mencionada escala de 1/140, los dos primeros en tres folios. Ineludiblemente, la colocación de estos planos sobre el tablero debe hacerse así:

  1. Alzado:

1er folio (popa): la línea de flotación y la cuaderna 23 deben coincidir exactamente sobre las mismas trazadas sobre el tablero.

2do folio (centro): la línea de flotación y las cuadernas 43, 59 y 80 deben coincidir exactamente sobre las mismas trazadas sobre el tablero.

3er folio (proa): la línea de flotación y la cuaderna 101 deben coincidir exactamente sobre las mismas trazadas sobre el tablero.

  • Cubierta alta:

1er folio (popa): la línea de crujía y la cuaderna 23 deben coincidir exactamente sobre las mismas trazadas sobre el tablero.

2do folio (centro): la línea de crujía y las cuadernas 43, 59 y 80 deben coincidir exactamente sobre las mismas trazadas sobre el tablero.

3er folio (proa): la línea de crujía y la cuaderna 101 deben coincidir exactamente sobre las mismas trazadas sobre el tablero.

  • Cuaderna:
  • Las líneas de crujía y flotación de la cuaderna 23 deben coincidir exactamente con las trazadas en el tablero, de modo que la distancia «D» (desde la línea de flotación hasta el canto alto de la quilla) sea idéntica a la señalada sobre el alzado para la cuaderna 23. Al situar sobre el tablero el plano de cualquier otra cuaderna (algo que se hará), deberá cumplir con estos mismos requisitos.

Los planos de las cuadernas comprendidas entre la popa y el centro del barco deben imprimirse simétricos (aunque se aprecie mal, la 23 de la foto es su simétrico), debido a que, en los planos de formas, todas las cuadernas de popa se dibujan a la izquierda de su línea de crujía, y a la derecha las demás.

Seguidamente, situar sobre el conjunto de planos una lámina de papel vegetal para calcar sobre ella ciertas líneas de aquellos; así pues, este método de trazar el plano de formas se realiza, en parte, por calcado, tal como se ve en la fotografía 7.

La fotografía 8 reproduce lo mismo que la 7, excepto que introduje entre los planos y el papel vegetal un papel blanco para ver con claridad las líneas copiadas; también se identifican muchas de ellas para una mejor comprensión de lo hecho. Al igual que las cuadernas, solo está dibujado el lado de babor de las cubiertas, lógicamente el barco es simétrico. El lector observará que la línea de cubierta alta no está completa entre las cuadernas 23 y 101, ya se verá porqué.

La imagen 9 está formada por dos fotografías mostrando otras tantas maneras de trazar líneas, una con junquillo (la pieza central gris, la de la izquierda negra y la derecha transparente, son pesos de sujeción durante el trazado de la línea) y otra con plantilla de curvas.

La parte superior «a» de la imagen 10, muestra cinco fotografías tomadas al ras de otras tantas zonas del plano de la imagen 8. Su parte media «b» la forman la misma fotografía, pero con sus líneas de cubiertas resaltadas en trazo rojo, y su lado derecho son esos mismos trazos fuera de su soporte original. He hecho esta introducción porque, tras trazar las líneas no rectas en un plano de formas es muy conveniente comprobar que carecen de trayectorias impropias de una embarcación o, dicho de otra manera, que no tienen concavidades o convexidades anómalas, tal como señalan las flechas de la parte baja de la imagen 10 que, como se aprecia, son las mismas líneas de la parte «b» a las que intencionadamente he deformado para explicar esto. Naturalmente esto no se hace con fotografías, se hace echando visuales a ras del papel para detectar estas indeseables “abolladuras” (por llamarles de una forma más gráfica), tras lo cual, deben corregirse adecuadamente las líneas que las presenten. Este método visual, aunque a alguien le pueda parecer cutre y salchichero, es de una eficacia incontestable, y ha sido utilizado desde que se hicieron los primeros trazados navales hasta bien entrado el siglo pasado, y se le conoce con el nombre de «corrección de líneas». Como puede observarse y para mí satisfacción, las líneas calcadas no tienen ninguna irregularidad en su trazado.

¿Porqué ocurren estas “abolladuras”?: por deficiencias de copiado del plano bajado de internet, por incorrecto posicionamiento sobre él del junquillo o las plantillas de curvas, por errores del calcador, o por varias de estas deficiencias a la vez.

Debo reconocer mi sorpresa al comprobar que un plano con fecha de 15-9-1943, que ha estado archivado durante largo tiempo, que ha sufrido un proceso de reproducción más o menos elaborado hasta su exposición en la página web, etc., todavía tenga una excelente fidelidad de líneas y dimensional, independientemente de que tenga pequeñas diferencias perfectamente asumibles, que atribuyo a sus procesos de copia y reproducción y no al plano original.

Seguidamente se levanta el papel vegetal y se colocan, cada vez que se vayan a calcar, los tres folios de los planos de las cubiertas principal y baja y el de las restantes cuadernas, todo ello siguiendo las mismas prácticas utilizadas para la cubierta alta y la cuaderna 23. Siguiendo fielmente lo dicho, se logra el calcado que muestra la fotografía 11 (como queda dicho, notar que las cuadernas de proa están situadas al lado derecho de la línea de crujía). Conviene recordar ahora que las distintas distancias “D” de cada cuaderna deben respetarse escrupulosamente.

La fotografía 12 está hecha con los mismos condicionantes de la 8, además de ser su complementaria.

Cinco cuadernas me parecen muy pocas para que un modelo esté hecho a una escala fetén y, en mí opinión, también es excesiva la distancia entre ellas, por eso creo imprescindible obtener el perfil de más. Si tengo en cuenta mi experiencia como modelista, creo que la distancia máxima entre las cuadernas de un modelo debe de estar en torno a los 50 mm, obviamente, si esta distancia es menor, mejor. Apoyándome en este criterio trazaré varias líneas rectas paralelas a las de las cuadernas ya existentes y, además, perpendiculares a la L.F. y L.C., tal como muestra la imagen 13, confeccionada con los mismos criterios de la 1; en ella pueden verse las cuadernas de construcción del J. S. de Elcano 23, 43, 59, 80 y 101, trazadas en rojo, y también otras trazadas en azul, de las que averiguaremos su forma valiéndonos para ello del trazado hecho en planta y alzado de las cubiertas. Los trazos azules de las cuadernas no tienen que coincidir necesariamente con las cuadernas de construcción del buque escuela, excepto la nº 0 que, intencionadamente, he hecho que sea así. También he querido que las ya famosas cinco cuadernas formen parte del plano de formas que estamos tratando de hacer, esto es una alteración del modo académico de hacer este tipo de plano pues, en él, siempre se sitúan las cuadernas contiguas a la misma distancia entre sí (hay excepciones), lo que no significa que el plano tenga menos fiabilidad, porque esta igualdad de clara de cuadernas es puramente convencional. Además, he numerado las viejas y nuevas cuadernas con el dígito correlativo que les corresponda partiendo de 0.

La fotografía 14 muestra lo mismo que la 12, excepto que ya están añadidas y numeradas las nuevas con las viejas cuadernas.

Antes de continuar, es imprescindible comprobar que todas las líneas curvas tienen la continuidad que anteriormente he descrito y, en este sentido, he de decir que la cubierta principal del alzado presenta una discontinuidad en la cuaderna 59 (o 7, según la nueva numeración). Esta discontinuidad es relativamente visible (punto señalado con la flecha) en la fotografía 15 hecha al ras del papel, pero es muy clara con un vistazo hecho de la misma manera. Deben corregirse este tipo de discontinuidades (en este caso, la distancia entre ambas líneas medida sobre la cuaderna 7 es de 1 mm); en la fotografía 16 son visibles la línea incorrecta (señalada con flecha amarilla) y la correcta (señalada con flecha verde); así pues, el tramo de línea incorrecta debe borrarse. En esta oportunidad y tipo de revisión solo he encontrado esta anomalía, pero podría haber habido más, todas las cuales deberán corregirse.

Tal vez a alguien puede parecerle irrelevante 1 mm de separación entre esas líneas, pero irregularidades así repercuten, inevitablemente, en mayor tiempo de lijado del casco de nuestros modelos, aunque no lo parezca.

La fotografía 14 la he representado, por ordenador, en la en la parte superior de la imagen 17, pues, es más práctica para describir lo que sigue.

Como queda dicho, la parte superior de la imagen 17 es lo mismo que representa la fotografía 14; en ella está señalado el punto “A” (encerrado en el círculo, que solo sirve para señalarlo) en las tres vistas:

  1. alzado: punto situado en el corte de la cuaderna 23 de construcción o 3 de trazado con la cubierta alta; desde él, también está trazada una línea roja paralela a la de flotación (azul claro) que llega hasta las cuadernas trazadas en su caja.
  2. planta: punto situado en el corte de la cuaderna 23 de construcción o 3 de trazado con la cubierta alta.
  3. perfil o caja de cuadernas: punto situado en el corte de la cuaderna 23 de construcción o 3 de trazado con la línea roja.

Las dos partes inferiores de la imagen 17, son una ampliación de las zonas donde se localiza el punto “A”. Para que un plano de formas esté bien trazado, la distancia “a” en la planta y la caja de cuadernas debe de ser la misma, y la distancia “b” en el alzado y caja de cuadernas también debe serlo, si una o ambas condiciones no se cumplen, se deben corregir líneas hasta que se cumplan. Este requisito es aplicable a todos los puntos de cualquier plano de formas, independientemente que pertenezcan a una cuaderna, a una línea de cubierta o línea de agua, a la línea de la tapa de regala, o a la que sea.

Las siguientes direcciones de internet, son algunas que el lector puede consultar si desea ampliar este concepto:

https://marineandnavalengineering.com/articulos/planos-formas-buque/

La imagen 18 está representada siguiendo el mismo criterio que la 17. En ella están señalados los puntos (he omitido los círculos) B, C, D, E, F y G, cortes de la cuaderna 1 con las cubiertas toldilla, codillo (prolongación de la tapa de regala), cubierta alta, cubierta principal, cubierta baja y canto alto de la quilla, respectivamente. También están trazadas las, ya conocidas, líneas rojas paralelas a la de flotación L.F., con lo cual las alturas de B a G, C a G, D a G, E a G y F a G son idénticas tanto en alzado como en la caja de cuadernas (medidas en la dirección perpendicular a la flotación) y, además, las distancias c, d, e, f deberán ser iguales, tanto en planta como en la caja de cuadernas. Hecho esto, ya es posible trazar la cuaderna 1 sobre la caja de cuadernas, uniendo con una línea los puntos B, C, D, E, F y G. Siguiendo idéntico método con las demás cuadernas, se obtendrá la forma de todas ellas. Insisto en la importancia de comprobar la bondad de líneas en lo referente a comprobar y, en su caso, corregir la ausencia de concavidades y convexidades anormales.

El lector habrá observado que el plano de la fotografía 14 no tiene trazadas, en la zona central de su planta, las líneas de las distintas cubiertas y lo he hecho así por estas razones: prácticamente son coincidentes las de las cubiertas alta y principal y, entre las cuadernas 6 y 9, prácticamente lo son todas, especialmente, en una representación, como la que estamos haciendo sobre papel, trazada a una escala (1/140) que reduce tanto el tamaño del barco. Además de esta razón, existe otra que, pienso, afianzará lo aprendido hasta aquí y que permitirá completar su trazado.

En la imagen 19 – en la que están tintados sus elementos constitutivos con distintos colores – son visible las ya famosas líneas rojas paralelas a la L.F., trazadas desde los puntos de cruce de la cuaderna 9 (la 80 de construcción) con la tapa de regala y las distintas cubiertas (alzado), hasta la cuaderna 9 de la caja de cuadernas. Sobre esta cuaderna están señaladas las semimangas que tienen en ella los distintos elementos, o sea, las h, i, j, k, correspondientes a la tapa de regala, y cubiertas alta, principal y baja, respectivamente. Trasladando los valores de estas semimangas a la cuaderna 9 de la planta se obtendrán los puntos (señalados con aspas) por los que deben pasar la línea de la tapa de regala, y las de las distintas cubiertas, tal como se ve en la imagen en los mismos colores de las aspas y las líneas que pasan por ellas.

La imagen 20 muestra el mismo proceso seguido para la cuaderna 11, de lo que puedo decir que los puntos señalados (aspas) diferían de los de cruce de las líneas de las cubiertas con la cuaderna, un máximo de 0,2 mm, cantidad completamente despreciable, máxime en un plano de formas como el que estamos trazando en papel.

Después de completadas las líneas de cubierta en planta y siguiendo el método para trazar las cuadernas existentes en su caja, se ha trazado, entre otras, la cuaderna n.º 10, como es visible en la imagen 21.

La imagen 22 es una ampliación de la 21, y en ella se ve perfectamente una concavidad inaceptable en la cuaderna n.º 10 (verde del lado de babor), señalada con la flecha en la imagen 21, esto, como queda dicho, es inaceptable por lo que debe corregirse y, para ello, aumentaremos la semimanga del punto de la cuaderna señalado por la mencionada flecha. Ahora viene la pregunta del millón, y… ¿cuánto se aumenta? La respuesta es: hasta que la línea de cuaderna no presente concavidades ni convexidades anormales, tal como se aprecia en la imagen 23 con la imagen de la nueva cuaderna n.º 10 (en obscuro) superpuesta a la vieja (en verde). Hecho este “toque cosmético” es imprescindible comprobar su influencia sobre la línea de cubierta principal (amarilla) en la planta del dibujo, algo que se hace como ya sabemos, o sea, que la semimanga de la cuaderna así corregida sea igual a la de la cubierta principal en esa misma cuaderna.

La flecha de la imagen 24 señala el punto de la línea de la cubierta principal (amarilla) que deberá desplazarse hasta que su semimanga sea igual a la de la cuaderna obscura de la imagen 23, hecho lo cual, se transformara en otra línea obscura superpuesta a ella que, como se aprecia, tampoco presenta concavidades ni convexidades anómalas, lo que indica que el aumento de longitud practicado a la semimanga ha sido satisfactorio.

Finalmente, el plano trazado sobre papel ha quedado, por el momento, como se ve en la fotografía 25, idéntico al de la parte alta de la imagen 18 (hecha por ordenador), excepción hecha de las líneas de las distintas cubiertas y regala que ya están trazadas en planta y caja de cuadernas, además de estar en color obscuro, tal como muestra la imagen 26; así pues, la 25 es una fotografía de un plano hecho sobre papel, y la 26 es el mismo plano hecho por ordenador. En ambos casos se siguen los mismos requisitos descritos hasta aquí, pero lo hecho por ordenador es mucho más rápido, cómodo, limpio y exacto.

La aplicación de todo lo relatado hasta aquí – especialmente los párrafos subrayados y en negrita – al plano de formas trazado en papel, supone gasto de goma de borrar y lapicero para ajustar líneas, y una cierta dosis de paciencia al trazador, pero es algo inevitable cuando se hacen los planos de formas sobre papel.

Vuelvo a la imagen 26 para comentar algo que se me olvidaba: los puntos extremos de proa y popa de las cubiertas, y lo que he dado en llamar tapa de regala (realmente es la línea de codillo a popa, la de regala al centro, y la del cintón a proa), tienen su localización, sobre el trazado en planta, en el punto de corte entre la línea perpendicular a la línea de crujía que parte de ellos (líneas señaladas con flecha) y el canto lateral de la quilla; ocurre lo mismo en la caja de cuadernas, excepto que las líneas son paralelas a la crujía.

Teniendo en cuenta que las correcciones de líneas efectuadas han sido escasas y de poca entidad, además de saltarme ciertos requisitos académicos – tal como no utilizar líneas de agua para hacer el trazado -, creo que el plano se encuentra ahora suficientemente utilizable como para construir, con éxito, el casco del modelo. En cualquier caso y para quien lo desee, planteo el trazado en planta de la línea de agua roja trazada equidistante sobre la cuaderna 7 entre el canto alto de la quilla y la cubierta baja, y la azul trazada de la misma manera, pero a un cuarto de la distancia anterior sobre el canto alto de la quilla. Ver imagen 27.

Hipócritas (II)

Frecuentemente se menciona – siempre con temor – eso que algunos han dado en llamar inteligencia artificial, sin que los mentores de la cosa aclaren el motivo de sus temores más allá de su potencial para alterar imágenes y/o para destruir empleo.

No sé qué es exactamente la inteligencia artificial, pero a la vista del pésimo uso que, de la informática actual, hacen ciertos particulares y muchas organizaciones de toda laya, no me cabe la menor duda que muchas mentes entregadas a la informática siempre estarán dispuestas a pergeñar lo abominable con tal de que les reporte “medallas” y cuantiosos beneficios a quienes se las otorgan y, por ello, me inclino a estar de acuerdo con quienes han dado la alarma en contra de la inteligencia artificial.

Veamos, Vd. que me está leyendo, cuando llama a cualquier institución pública o privada, lo someterán a un martirio más o menos parecido al que sigue, bien es cierto que puede ser en otro orden:

  1. una voz de ultratumba le informará que la conversación será grabada con el fin que solo saben ellos, pero siempre con la intencionalidad de amedrentarlo. 
  2. también oirá una voz diciendo esta o frase parecida: nuestros operadores están ocupados ahora, pronto le atenderán. Permanezca a la escucha (mi récord de espera, lo tengo en 55 minutos).
  3. a esas despreciables voces seguirá una música generalmente mal grabada y de peor gusto, pero tranquilo, pues a quienes se atreven a llamar a organizaciones autodenominadas “de excelencia”, se les sigue baqueteando así, aunque traten de aparentar otra cosa. Si tiene suerte le cogerán el teléfono y entrará en otra fase que, a buen seguro, conocerá:
  4. para hablar con el Departamento de Desinformación (de Información lo llaman las “excelentes”), pulse 1.
  5. para hablar con el departamento de Toreo al Cliente (casi todas lo llaman pomposamente de Atención al Cliente, otra coña mariñeira más), pulse 2.
  6. para hablar con Perico de los Palotes (que nunca se pone al teléfono, porque siempre se pone su machaca que, generalmente, solo sabe lo rutinario), pulse 3.
  7. y así sucesivamente.

Según el tipo de pregunta que formule, o la mucha “excelencia” de la organización a la que llame, le pedirán para identificarlo, todo o parte de lo que sigue: su número de carnet de identidad, número de contrato que tenga con ella, parte del código de acceso que tenga para entrar a determinadas áreas de la página web, primer o segundo apellido, etc., etc. ¡Vamos! que poco les falta para que le pregunten el color del calzoncillo que lleva, pero, ¡eso sí! su interlocutor es enormemente reacio a identificarse y, habitualmente, si es Vd. llamado por la organización, lo hará utilizando un número telefónico de ¡trece cifras!, al que, generalmente, nadie responderá si Vd. trata de llamar. Ignoro la razón de uso de estos larguísimos números de teléfono, pero no me cabe la menor duda que es bueno para la organización y generalmente malo para quien recibe sus llamadas.

Si atrocidades como la descrita hasta aquí son posibles gracias a la informática actual ¿qué catástrofe para el humano provocará la inteligencia artificial? Es el pan nuestro de cada día utilizar informática perversa para poner tierra de por medio entre las organizaciones y sus víctimas a quienes llaman clientes, pero siempre, dando la imagen de hacer esto en nuestro propio beneficio, ¡paradigma de hipocresía! El cliente-victima actual solo es un ente sin rostro e impersonal, en algunos casos identificado con un número, y con la única obligación de pagar la cuenta.

Por último, si consigue Vd. que alguien atienda su llamada (muchas veces, todo un derroche de paciencia y perseverancia), le atenderá alguien que ha sido formado para rebatir las posibles quejas que Vd. pueda formular (¡siento pena de los que se dedican a tan intihumana actividad!). A menudo, le atenderá alguien muy compenetrado con la (de)formación que recibió, con unas formas de expresarse más parecidas al sistema informático con el que habitualmente trabaja, qué de alguien capaz de razonar, pues solo entienden lo que ponzoñosamente les han enseñado y descartan cualquier otra opción. Con tal de amedrentarle, este interlocutor no dudara en utilizar cualquier mal arte aprendido, además de utilizar una verborrea envolvente para convencerlo de que está en un error, pues, la organización a la que sirve nunca se equivoca. Estas organizaciones “excelentes”, jamás reconocen sus propios errores (algunas veces horrores para quien tiene la desgracia de sufrirlos).

Al hilo de lo mencionado, resalto ahora una variante en el comportamiento de organizaciones “excelentes” consistente en que cuando se percatan de haber cometido un error relevante, no atiende al damnificado cualquier currito, no, sino un jefecillo con perfil de personaje curtido en algunas batallas, bien (de)formado, con verborrea software y un enorme deseo de convencer con argumentos que generalmente ni él mismo cree. Estos “sacapechos” y repugnantes personajillos, solo me dan pena y, si logran domar a su presa, acuden hociqueando a su superior con la esperanza de que les palmee el lomo.

Para toda la tropa – de bajo, medio o alto rango – que con informática o sin ella se dedica al “noble arte” de torear a las personas (una actividad en auge), vaya mi mayor desprecio.

Arreglo de un aspersor Rain Bird modelo nº 15103

Tarde o temprano, el uso estropea cualquier tipo de artilugio, y este es el caso del mencionado en el epígrafe. La imagen 1 muestra este aspersor parcialmente desmontado, de modo que lo que muestra en su parte derecha se aloja y enrosca en lo que muestra su parte izquierda.

El agua entra al cuerpo del aspersor por su parte inferior señalado por la flecha azul, y llena su parte troncocónica inferior. La tuerca señalada con la flecha amarilla – ya enroscada al cuerpo -, la pieza blanca, señalada con la flecha roja, y la pieza hexagonal que la atraviesa (flecha verde), impiden la salida del agua al exterior, de manera que la presión aumenta en el interior del cuerpo del aspersor que provoca una fuerza sobre la pieza hexagonal (flecha verde) que la obliga a ascender venciendo la fuerza ejercida por el muelle, contraria a la anterior. ¿Porqué se averió el aspersor? Porque la pieza blanca, degradada por los años y el uso, se fragmentó – hasta el extremo de salirse de su alojamiento en la tuerca (flecha amarilla) -, impidiéndole obturar la salida del agua al exterior, lo que, a su vez, disminuye la presión de agua en el cuerpo del aspersor que impide, así, la subida de la pieza hexagonal y, por lo tanto, el correcto funcionamiento del aspersor.

¿Cuál es la solución del problema? La mejor es substituir la pieza dañada por una nueva, pero el fabricante ya no vende repuestos para este modelo de aspersor, pero, teniendo en cuenta que el resto de sus piezas están en buen estado, creo que merece la pena intentar arreglarlo; en consecuencia, lo que sigue, es la descripción de este arreglo.

Cuando decido arreglar algo sigo siempre estas pautas:

  • Trazado de la parte del artilugio objeto del arreglo.
  • Diseño de las piezas que formarán parte del arreglo que, ineludiblemente, cumplirá con los requisitos siguientes:
  • Que tenga la mayor simplicidad posible.
  • Que incluya materiales que tenga o pueda tener.
  • Que la confección de las piezas diseñadas, estén al alcance de mis posibilidades, incluyendo el herramental.
  • Confeccionar las piezas.
  • Montaje.
  • Pruebas.

La obturación entre lo que substituya a la mencionada pieza blanca y la hexagonal es una junta tórica, mantenida en su sitio mediante tres piezas superpuestas hechas con lámina de PVC de 3 mm de espesor. Entre la pieza superior e inferior se alojará la tórica, y la intermedia la abrazará tratando de que haga una ligera presión sobre todas las caras de la pieza hexagonal (flecha verde); el conjunto, así formado, se unirá a la tuerca (flecha amarilla) mediante tres tornillos de M2, tal como es visible en la imagen 2

Al conjunto así formado, le añadí una brida tope para que el muelle sitúe la tuerca en su lugar apropiado. Para incrementar la estanqueidad del conjunto formado por las placas de PVC – tórica, recubrí con pegamento de contacto los cantos de las primeras.

La imagen 3 muestra distintas fases de desmontaje de los internos del aspersor.

La imagen 4 muestra el trazado sobre la lámina de PVC de dos de las piezas hechas con este material, y una de ellas terminada.

Otro aspecto de la reparación:

La llave construida necesaria para enroscar y desenroscar la tuerca interna del aspersor

Prueba final:

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Ventanal que el tiempo averió

A principios de la década de los ochenta del siglo pasado, cerramos con un ventanal la terraza de casa, periodo de tiempo más que suficiente para destrozar las rueditas de sus correderas (Imagen 1), además de todas sus frisas, a causa de lo cual decidimos arreglarlas; para ello, empecé sacándole los tornillos que unen sus cuatro marcos de aluminio, una de cuyas esquinas es la visible en la imagen 2, en la que también se ve, ya extraída de su sitio, una de las rueditas dañadas.

1

2

Por el tiempo transcurrido desde la instalación del ventanal intuí como misión imposible encontrar repuestos para las rueditas de sus correderas, de modo que, tras probar dos de los repuestos que me ofrecieron en una tienda, decidí adaptar uno de ellos a los viejos, pero en buen estado, marcos de aluminio. La imagen 3 muestra las apreciables diferencias dimensionales en altura de las rueditas viejas (izquierda) y las nuevas (derecha), de modo que así, a bote pronto, parece como si recortando la altura de los nuevos bastara para solucionar el problema, pero el diámetro de la ruedita, propiamente dicha, también es mayor, lo que provoca su interferencia con la parte del marco donde se aloja el tornillo de unión entre marcos, lo que impide introducir las rueditas hasta su sitio.

3

La imagen 4 muestra la geometría del extremo del marco señalado con la flecha en la imagen 2

4

Asimismo, la imagen 5 muestra la forma en que se montan las nuevas rueditas; en ella se indica con líneas azules la trayectoria que debe seguir para alojarse correctamente en el perfil de aluminio.

5

En la imagen 6 son visibles las siguientes interferencias que impiden el montaje de las rueditas, tal como las compré:

  • a -Los dos bordes inferiores de la carcasa de la ruedita sobrepasa el tabique interno del perfil de aluminio.
  • b – La ruedita, propiamente dicha, tropieza con el alojamiento del tornillo.
  • c – El tabique de cabeza opuesto al visible y los dos horizontales de la carcasa de la ruedita, también tropiezan con el alojamiento del tornillo.
  • d – La parte de la carcasa de la ruedita por encima de las dos líneas azules, tropieza con el perfil de aluminio.
6

Dicho lo anterior, corresponde ahora apuntar la solución; en lo que se refiere a la carcasa:

  1. Extraer la ruedita de su carcasa (simplemente, tirando de ella hacia arriba).
  2. Recortar la parte inferior de los dos tabiques laterales de la carcasa de la ruedita.
  3. Eliminar los dos tabiques horizontales de la carcasa.
  4. Recortar el tabique frontal (el no visible en la imagen) por su parte inferior.
  5. Eliminar la parte de la carcasa por encima de las líneas azules, pero sin dañar los dos salientes de la carcasa.

En lo que se refiere al perfil de aluminio del marco de la corredera:

  1. Primero con broca, después con fresa, o todo a base de fresa, eliminar unos 30 mm de la parte del perfil de aluminio destinada a enroscar el tornillo. Esta eliminación debe iniciarse dejando, como mínimo, desde el extremo del perfil un tramo de 10 mm de longitud en el que se enrosca el tornillo.

Hechas estas operaciones – no tienen la menor dificultad -, las piezas quedan como muestran las distintas posiciones de la carcasa de las rueditas en la imagen 7, y el perfil de aluminio en la 8.

7
8

La etapa siguiente consiste en introducir las carcasas en sus marcos hasta que hagan tope con los extremos de estos, tras lo que se les repondrán las rueditas, operación que – mediante una cuña o similar – requiere forzar ligeramente la apertura de uno de los lados del perfil de aluminio para permitir el acceso de las rueditas a sus carcasas, pues la longitud de sus ejes es mayor que la entrada del perfil (ver imagen 9).

La reposición de las frisas, no tiene la menor dificultad.

9

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Barcos de madera

Antaño, las gentes de mar afirmaban «A la mar, madera», cuando querían manifestar que ese material era el óptimo para hacer embarcaciones; han pasado los años y desde hace algo más de un siglo, bien podrían decir «A la mar, acero», dado que es ese material el predominante en la construcción naval, aunque otros materiales hayan irrumpido en ella con fuerza.

Reconozco que nunca he prestado demasiada atención a los barcos de construcción tradicional en madera, hasta que, hace algunos años, encontré en Internet un .pdf titulado “Carpintería de ribera en Galicia (1.940 – 2.000)”, cuya lectura “enganchó” mi afición a ese tipo de embarcaciones. Por múltiples razones, mi vieja afición al modelismo naval se marchitó completamente, pero no así mi afición a lo naval que se mantiene intacta y, tal vez por ello, releí el mencionado .pdf, del que me surgió la idea de hacer un diseño en 3D de uno de los varios tipos de barco pesquero gallego que muestra y describe; el elegido responde a una eslora total de 14.40 m, en si día construido en un astillero de Cedeira – La Coruña.

La idea de este diseño consiste en representar en 3D todas y cada una de las piezas estructurales que componían aquellos pesqueros, incluyendo su escantillonado y formas de conexión entre ellas. Como se señala en el mencionado .pdf, nunca se han hecho planos completos de este tipo de embarcaciones, si se exceptúan los pocos trazados de sus cuadernas maestras; por tal motivo, me he visto obligado a suponer muchas de las soluciones constructivas utilizadas en ellos, proceso en el que he tratado de ser fiel a la información contenida en ese .pdf, a la que también he añadido otras, cuando lo he creído imprescindible. Por estas razones, no tengo seguridad de que las soluciones que presento aquí respondan con toda fidelidad a las que adoptaron los carpinteros de ribera gallegos; no obstante, he tratado que su soporte técnico sea correcto.

Ninguna parte estructural de un barco se diseña sin haber trazado antes su plano de formas, de modo que, cualquier proyecto de este tipo debe comenzar por él y, para ello, me valí del alzado y planta que muestra la página 233 del .pdf. De ellas puedo decir que la parte de proa de la embarcación, obtenida de esta manera, era lo más parecido a la forma de una popa, por lo que decidí rehacerla completamente. El proceso de hacer este o cualquier otro plano de formas al estilo tradicional, aunque sea hecho por ordenador, es largo, tedioso por momentos y, además, requiere gran paciencia. Sea como fuere, este es el resultado:

Naturalmente los planos de formas no se presentan como lo hago aquí, lo he hecho así para que, quien se interese en el tema, pueda visualizarlo mejor.

El .pdf, además de mostrar sucintos planos de formas, también muestra planos de disposición de cuadernas, baos y barraganetes, cuaderna maestra, y ciertos detalles estructurales de popa, en los que me apoyé para hacer el diseño de piezas en 2D, imprescindible para hacer su trazado en 3D.

Hechas las anteriores puntualizaciones, comencé el diseño de piezas por la parte de popa del pesquero, tal vez, su parte más compleja, motivo por el que, más de lo que hubiera deseado, me sumergí en el proceso de error, borrado y vuelta a empezar. Con respecto a esto, debo decir que mi inexperiencia y avanzada edad, no contribuyeron, precisamente, a facilitarme las cosas. ¡Ah!, se me olvidaba: este proyecto fue muy complicado para mí, pues me exigió gran esfuerzo de búsqueda para las soluciones técnicas de la madera, especialmente lo relacionado con los tipos de conexión entre los distintos elementos, y me exigió la resolución de los problemas que me planteó el programa de diseño en 3D, del que no ando muy sobrado. Por último, debo decir que en nuestro país hay muy escaso interés por los temas navales, si se exceptúan ciertas partes del litoral; por ello, dejo aquí este granito de arena por si puede contribuir a mejorarlo, aunque no deseo ocultar que, si abordé un proyecto como este, fue por puro entretenimiento de jubilado.

Las siguientes imágenes muestran muchos de los elementos estructurales que componían la popa del pesquero:

LEYENDA
Nombre de la pieza
1Quilla
2Codaste proel
3Codaste popel
4Puente
5Limera
6Espina
7Parejas
8Barraganetes
9Cuadernas
10Baos
11Alefriz quilla
12Alefriz codaste proel
13Dormidos de popa
14Conexión rayo de Júpiter

Las cuadernas eran dobles, aserradas y, excepto las de los extremos de proa y popa, estaban formadas por las piezas que muestra la imagen 9.

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