Barcos: desvelando secretillos

Creo que fue con cinco o seis años cuando, fascinado, vi por primera vez barcos en la mar. Probablemente debido al contínuo movimento de aquellos, e impulsado por el candor propio de un niño de esa edad, concebí la idéa de que los barcos tenían vida propia y, ni corto ni perezoso, le pregunte a quien me acompañaba en aquel momento: ¿Dónde duermen los barcos por la noche?

Ha pasado mucho tiempo desde aquel momento de fascinación pero, a día de hoy, los barcos me siguen seduciéndo tanto o más, bien es cierto que con una perspectiva diferente. Por mi culpa, o por que la vida es como es, no he conseguido estar cerca de los barcos, por ello, siempre que tengo oportunidad visito detenidamente todos cuantos puertos puedo para matar esa gran afición mía. No se si habra mucha gente que disfrute como yo haciendo eso, pero, por si la hubiera, dejo aquí una pequeña guía para que vean los barcos con esa perspectiva diferente que proporciona el mejor conocimiento de las cosas; así pues, lo que sigue, va dirigido a personas con incipientes conocimientos navales pero interesados en adquirirlos.

En mis multiples visitas portuarias he oido frecuentemente expresiones del tipo ¿Cómo es posible que flote esta mole? Expresión casi exclusivamente referida a barcos de considerable tamaño. Esta lógica pregunta tiene una única respuesta: para que algo flote en un líquido (sea o no sea el mar) debe pesar exactamente igual que todo el liquido que desplaza en esa condición. Me explicare:

La Fig. 1 es la fotografía de un típico petrolero fuera del agua

Fig. 1

Sigue leyendo Barcos: desvelando secretillos

Un compresor aerográfico – KKmoon model AC 18 – , tan publicitado como deficiente

Finalizado el proyecto de un modelo de embarcación, decidí pintarlo por aerografía, para lo que, después de algunos días de búsqueda y comparativas por Internet, decidí – en mala hora – adquirir un equipo compuesto por tres aerógrafos y un mini compresor de aire idénticos a los mostrados en la Fig. 1.

Fig. 1

Sigue leyendo Un compresor aerográfico – KKmoon model AC 18 – , tan publicitado como deficiente

Tópico y típico negociante, que no empresario

Nuestro personaje había sido incapaz de emprender estudios más allá de la EGB y, tras haber dado algún que otro tumbo por ahí, alcanzó una configuración próxima al analfabetismo, pues sus patadas al diccionario, hablando o escribiendo, no posibilitaban otro encuadramiento; eso sí, tenía una aceptable labia que no pasó desapercibida para sus más allegados que, a la vista de ello, lo animaron a ejercer de comercial. El tipo de comercio que eligió, unido a una coyuntura favorable, empujaron a nuestro personaje hacia éxitos nunca contemplados en sus más optimistas sueños, tanto, que decidió independizarse, crear una S.L., adquirir una nave y cierto herramental, que le permitieran producir y comercializar lo que, hasta aquel momento, solo había vendido para otros «negociétes».

Sigue leyendo Tópico y típico negociante, que no empresario