De forma casual y ya casi finalizando el día 4-9-2014, unos vecinos me avisaron que, a consecuencia de otra avería y durante todo el día siguiente, se iba a cortar el suministro de agua a la mayoría del vecindario de la urbanización donde paso la temporada estival. Excuso decir que no hubo ningún tipo de comunicación por parte de la compañía del agua, que alertara al vecindario sobre la suspensión temporal del suministro, a lo que la persona responsable de la reparación argumentó que las urgencias no se comunican (¿?…), algo inaceptable, pues pasaron bastantes horas hasta que se iniciaron los trabajos. Este tipo de comportamientos, además de desprestigiar a las empresas, nos convierte también en ciudadanos de segunda. No es difícil imaginar la “gozada” de quien, enjabonado en la ducha, fue cogido por el corte del suministro de agua.
Básicamente, la avería se produjo en la tubería de acometida de agua de boca, en la confluencia de las calles Huesca, Malejan y Bureta, de la colonia San Antonio de Gallur, Zaragoza, (España); su reparación consistió en: