Rufianes aplicados

Son:

 Quienes valiéndose de palmeros, apaniaguados, medios de comunicación adeptos o subvencionados, engañan a la ciudadanía con el único fin de encaramarse al poder o lograr objetivos personales inconfesables.

 Aquellos que estando en la oposición afirman una cosa; pero al hacerse con el poder y sin ruborizarse, cambian radicalmente su discurso haciendo lo contrario.

 Los que, actuando como vulgares charlatanes de feria, presentan a la ciudadanía clamorosos fracasos como si fuesen fulgurantes éxitos de su rutilante gestión. Sigue leyendo Rufianes aplicados

Otro trabajo mal hecho

El relato que sigue, solo tiene interés para quienes, como yo, nos gusta el «hágalo Vd. mismo», y para que sepan a qué atenerse si tienen la mala suerte de verse inmersos en un lance parecido; así pues, aquí dejo los datos.

Un pequeño pero poderoso fallo en el calentador de agua, que lo dejó K.O., nos obligo a mi mujer y a mí a comprar otro en Bricor, sito en el edificio Grancasa de la ciudad de Zaragoza (pese a no ser éste el establecimiento más cercano), influyendo en esta decisión nuestra ya larga y satisfactoria relación con El Corte Inglés, pues hemos sido testigos, en más de una ocasión, de su buen estilo y hacer (Bricor es una empresa del grupo de El Corte Inglés).

De la gama de calentadores ofrecidos por Bricor solo excluimos la marca del averiado, por lo que decidimos comprar el que la dependienta del establecimiento nos ofreció: un Cointra Codesia, modelo E – 10P. Previamente a la compra del aparato, dejé claro que su instalación la haría yo, sin que se produjera ninguna manifestación en contra. Sigue leyendo Otro trabajo mal hecho

La incompetencia se ceba en la receta electrónica

Tratando de localizar la definición de una palabra en el diccionario de la RAE, me tropecé con la de «incompetente»: es quien no tiene pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado.

La lectura de tal definición, trajo inmediatamente a mi memoria la mal llamada receta electrónica, que tiene poco de receta y mucho de cartilla de racionamiento (aquella de infausto recuerdo implantada en los años cuarenta y cincuenta para la adquisición de alimentos, a causa de la pésima gestión económica de los incompetentes prebostes de la época). Afirmo esto porque, desde que se mal implantó esta receta, muchos de los que tenemos la desventura de vivir aferrados a tratamientos médicos de larga duración, hemos multiplicado nuestras visitas al médico de cabecera – prácticamente el único con posibilidades para corregir errores relacionados con el proceso de venta de medicamentos realizado mediante, insisto, ésta mal llamada receta electrónica – con el único objeto de solicitarle la corrección de los innumerables errores contenidos en ella y que, una semana sí y otra también, nos comunican las farmacias impidiéndonos la adquisición de los medicamentos que demandamos. Durante estos últimos meses he presenciado a tanta gente soliviantada – con toda razón – a causa del mal funcionamiento de la susodicha receta que, a día de hoy, no tengo la menor duda de que aquellos facultativos que atiendan a muchos pacientes de largo tratamiento, sin duda, estarán agobiados por esta actividad extra, sobrevenida a causa del deficientemente desarrollado y peor implantado programa informático que mal gestiona la receta electrónica, y que, obviamente, realizan este cometido extra a base de realizar un esfuerzo adicional, sin merma de la atención a sus pacientes, algo que agradecemos profundamente. Sigue leyendo La incompetencia se ceba en la receta electrónica

Belleza ignorada

Poco tiempo después de mi ingreso en el pelotón de los jubilados, uno de los ya varios profesionales que velan por mi salud me comentó que sería muy positivo una caminata de una hora diaria, como mínimo. A bote pronto, aquella recomendación me pareció algo surrealista pues, hasta aquel día, nunca había sido yo un miembro del club de los “gastasuelas”, no obstante, a partir de aquel momento, comencé a valorar la posibilidad de ingresar en tan selecto club. Así pues, inicié a practicar a diario mis caminatas – admito que con muy poca fe – con el objetivo principal de adquirir el hábito de hacerlo, algo que he logrado con algún esfuerzo y una cierta dosis de satisfacción. Sigue leyendo Belleza ignorada

¡Hipócritas!

Son:

–       Quienes valiéndose de su popularidad y/o fama, utilizan muy cucamente las oportunidades que les brindan actos públicos y medios de comunicación para manifestar su adhesión con aquellos que han tenido la desgracia de ser deshauciados de sus viviendas, sin considerar la parte de culpa que les corresponde sobre tales deshaucios, a causa de su pública actividad dedicada a estimular a la gente para asumir hipotecas. Sigue leyendo ¡Hipócritas!