De forma casual y ya casi finalizando el día 4-9-2014, unos vecinos me avisaron que, a consecuencia de otra avería y durante todo el día siguiente, se iba a cortar el suministro de agua a la mayoría del vecindario de la urbanización donde paso la temporada estival. Excuso decir que no hubo ningún tipo de comunicación por parte de la compañía del agua, que alertara al vecindario sobre la suspensión temporal del suministro, a lo que la persona responsable de la reparación argumentó que las urgencias no se comunican (¿?…), algo inaceptable, pues pasaron bastantes horas hasta que se iniciaron los trabajos. Este tipo de comportamientos, además de desprestigiar a las empresas, nos convierte también en ciudadanos de segunda. No es difícil imaginar la “gozada” de quien, enjabonado en la ducha, fue cogido por el corte del suministro de agua.
Básicamente, la avería se produjo en la tubería de acometida de agua de boca, en la confluencia de las calles Huesca, Malejan y Bureta, de la colonia San Antonio de Gallur, Zaragoza, (España); su reparación consistió en:
– cortar el suministro de agua.
– excavar hasta dejar la avería a la vista, haciendo el hueco necesario para reponer el (los) tramo(s) dañado(s).
– instalar el nuevo material, compuesto por las partes rojas y negras que unen a las azules en el esquema de la Fig. 1.
Omito el rellenado de la excavación que estaba sin realizar cuando escribí este texto.
Fig. 1
Dicho lo anterior, paso a describir la reparación efectuada. La Fig. 2 coincide prácticamente con su inicio y fue tomada en torno a las 10 horas del día 5-9-2014.
Fig. 2
La reposición de los tubos dañados puede verse detalladamente en la Fig. 3 y, como ya he dicho, corresponde a los trazos rojos y negros – la parte verde corresponde a una tapa de alcantarilla y su correspondiente soporte de hormigón -. Los tubos que ya existían, son los trazados en color azul y, por su aspecto, probablemente son de PVC; los nuevos tubos y accesorios de tubería trazados en color negro son de polietileno; las uniones de “B” y “D” y las válvulas de “A” y “C” son de hierro o acero, y determinadas bridas son de acero.
Fig. 3
La Fig. 4 corresponde al área señalada con el círculo A.
Fig. 4
La Fig. 5 corresponde al área señalada con el círculo C.
Fig. 5
La Fig. 6 corresponde al área señalada con el círculo B.
Fig. 6
La Fig. 7 corresponde al área señalada con el círculo D.
Fig. 7
Teniendo en cuenta el espacio disponible y las condiciones ambientales en las que se ha hecho la reparación, la considero un trabajo bien ejecutado, pero no bien diseñado, pues los mayores tubos de polietileno instalados tienen un diámetro menor que los de PVC a los que conectan.
Veamos:
Los tubos azules de las partes derecha e izquierda de la Fig. 3 (círculos D y B, respectivamente), estimé que tienen un diámetro exterior de 180 mm, y un espesor de 6.9 mm. Por otro lado, los tubos de polietileno conectados a ellos, mediante las uniones trazadas en rojo, tienen unas medidas constatadas de 160 mm de diámetro exterior y 14.6 mm de espesor (SDR 11), como atestigua la rotulación de uno de sus sobrantes visible en la Fig. 8. He constatado también que el tubo negro (polietileno) entra, con toda holgura, dentro del tubo gris – azul en la Fig. 3 – de PVC, lo que confirma que las medidas estimadas para él, son bastante correctas.
Fig. 8
En la Fig. 9, he trazado a escala la sección de ambos tubos y, como se puede apreciar, la sección del paso del agua, para el tubo de polietileno (el negro), es de 134.4 cm2, claramente inferior a la del tubo de PVC (el Azul), de 217 cm2; para dar una imagen visual de esta diferencia, he trazado también a escala, un tubo dentro del otro.
Fig. 9
Esta disminución de la sección de paso del agua repercute en una pérdida de carga en la instalación de suministro de agua, cuyo efecto en los grifos de las viviendas es doble: por un lado disminuye el caudal de agua cundo se abren, y por otro se produce una bajada de presión que, a su vez, provoca un mal funcionamiento de los calentadores a gas, sobre todo en los momentos que la demanda de agua del vecindario es alta, algo de lo que, desde hace tiempo, tengo amplia experiencia.
Paso por alto que se haya salvado la tapa de registro (color verde de la Fig. 3) con una línea de tubería en forma de U, en la que se han empleado codos de 90º; hubiera sido mejor codos de 45º, aunque probablemente requeriría una excavación algo mayor; en cualquier caso, también esto se suma al efecto negativo de la disminución de la sección de la tubería.
Él/la diseñador(a) de esta reparación ¿sabía lo que es la pérdida de carga? Que reflexione quién haya sido, pero debe saber que su falta de rigor técnico no se justifica con respuestas como estas:
– no teníamos otros tubos en el almacén.
– es más barato hacerlo así.
– corría mucha prisa.
– nos faltaba personal cualificado.
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