¡Una brillante gestión política!

  1. Crear una empresa aquí supone hacer un auténtico viacrucis por el laberinto de las demasiadas administraciones que, a menudo, lejos de informar, desinforman y entorpecen las gestiones a base – entre otros – de farragosos y, no pocas veces, innecesarios impresos, pero a cambio de nada que no sea molestar al emprendedor, y siempre celosas de llevarse su parte del pastel, especialmente cuando la empresa es pequeña o mediana.
  2. También es frecuente que los propietarios de empresas busquen jugosas y cómodas subvenciones públicas, además de suculentos pedidos de las distintas administraciones que, a menudo, logra con dudosa transparencia de la que forman parte amigos, amiguetes y variopintos personajes sobornables preferentemente enraizados en política o con conexiones en ella y, a poder ser, exhibiendo cargo público, cuanto más relevante mejor; operativo este que, indefectiblemente, encarece el producto final que la empresa entrega. Los abusos a empleados, a menudo, adornan “brillantes” gestiones empresariales, sin que los sindicatos muevan un solo dedo para impedirlo. ¿Plan de inversiones, innovación, viabilidad y futuro para su empresa?… ¿para qué?, eso solo lo hacen verdaderos empresarios, pero en este país abundan los que, con la sola propiedad de un negocio se llaman empresarios, pero los de verdad, lamentablemente escasean.
  3. Ya hace años que los ordenadores invadieron la totalidad de los ámbitos laborales, que además de aliviar tediosas y repetitivas tareas, también han recortado el número de personas que, hasta su advenimiento, eran necesarias para llevarlas a buen puerto. En todas las empresas e instituciones privadas ha ocurrido eso, excepto en las públicas, en las que el personal, lejos de disminuir, ha ido a más, lo que se traduce en menor volumen de trabajo para más personal que lo realice, por lo que el tiempo de trabajo efectivo por funcionario ha disminuido ¿Qué pasa con el tiempo restante? La respuesta es obvia.
  4. El Estado Español cuenta con una administración central, diecisiete comunidades autónomas, dos cabildos insulares, dos ciudades autónomas y multitud de empresas públicas, algunas duplicadas y con deficientes cuentas de resultados. Por si todo esto fuera poco, partidos políticos y sindicatos (entre otros) cuentan, por ley, con subvenciones del estado. ¿De dónde sale el dinero para que todo esto funcione? Inevitablemente del bolsillo de la ciudadanía, cuya cuantía cualquiera puede conocer echándole un vistazo a los Presupuestos Generales del Estado y a los del resto de las administraciones públicas, tras lo cual, también podrá comprender las razones del déficit público que avalan lo dicho por una relevante política «el dinero público no es de nadie».
  5. Noticia del día 7-8-2019: Las bajas laborales restan un 6% al PIB.
  6. Leído lo anterior no cuesta trabajo entender por qué hoy día, quien compra una vivienda se hipoteca de por vida (treinta años normalmente), y es muy frecuente que a ello contribuyan dos de la misma familia, mientras que quienes ya hace mucho que peinamos canas – algunos no tenemos ni esa opción – conocimos tiempos en los que era bastante normal adquirir una vivienda en un plazo de diez años y con los ingresos de solamente uno de la familia.

 ¡Ole avances sociales!

Entre dos vergüenzas

Me avergüenzo de ser humano por:

  1. Actos terroristas, sean del signo que sean.
  2. La violencia de género en cualquiera de sus manifestaciones, hombre contra mujer o viceversa.
  3. Utilizar menores para cometer actos delictivos.
  4. Quienes alientan, fomentan, financian o apoyan conflictos bélicos, con la única finalidad de ganar más dinero.
  5. Los que, con el pretexto de hacerse aún más ricos y a través de las empresas que controlan, comercializan productos sabiendo que son nocivos para su uso o consumo.
  6. Aquellos políticos que ponen en riesgo la convivencia pacífica ciudadana en aras de imponer su egoísta y delirante ambición de poder.

Siento vergüenza ajena de:

  1. Niñatas y niñatos egoístas que se casan en la creencia de que el matrimonio es un continuo «ji ji, ja ja» y, al menor contratiempo, deciden romper su matrimonio sin antes luchar mínimamente por él, sin pensar en el evidente daño que causaran a sus hijos, ni en la depresión que, durante más o menos tiempo, inocularan a sus parientes más cercanos.
  2. Aquellos que están pendientes de los programas de televisión basura y otros de entretenimiento de equivalente toxicidad mental (futbol, por ejemplo), desentendiéndose deliberadamente de lo que verdaderamente les afecta, a consecuencia de lo cual votan – incluso en las reuniones de comunidad de vecinos – ateniéndose a razones surrealistas y de ignorancia supina.
  3. Actitudes personales prepotentes motivadas por tener un cierto nivel económico, de dirección, de mando, o de poder.
  4. Acosadores que denigran a quienes no tienen su misma opinión, ideas o comportamientos que no les gusta.
  5. Algunos padres y abuelos que educan a sus hijos y nietos, en clave de darle al futbol tratamiento de religión.
  6. Individuos(as) que tozudamente conminan a otros a hacer algo que, a estos, no les gusta.
  7. Gente que avala decisiones y acciones de políticos, con el contundente argumento «es de los nuestros», o algo parecido.
  8. Personas que dicen gustar del «buen rollito», pero solo lo practican con aquellos que identifican como «de los suyos» o de su mismo estilo, gustos o forma de pensar.
  9. Quienes hacen deliberadamente mal su trabajo, cobrándolo como si lo hicieran bien.
  10. Los que están todo el día aferrados a sus móviles desentendiéndose del calor humano que le ofrece su entorno más próximo.

 

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https://ganandobarlovento.es/

La renunciada paternidad de mi Volkswagen Golf

Tras rodar 39.271 Km en tres años y medio, consideré conveniente substituir las ruedas delanteras de mi coche al haber observado en ellas un excesivo desgaste en sus bordes de rodadura exteriores, pese a que sus testigos de desgaste aún se mantenían intactos. Mi sorpresa se incrementó, cuando el taller encargado de su substitución me informó que el desgaste del borde interior de las ruedas (ver Fig. 1) todavía era mayor, y que, como era de esperar, atribuyó a una inadecuada alineación de ruedas.

Fig. 1

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Eliminación de barreras arquitectónicas: un ejemplo a no imitar

Viene de https://ganandobarlovento.es/ignorantes-supinos/
De aquella patética reunión de vecinos a la que asistí por error, saqué la conclusión de que el acuerdo adoptado en ella para elegir la poco estudiada y peor presentada modalidad de eliminación las barreras arquitectónicas del portal, fue el resultado de unos votos favorables emitidos por unos votantes incapaces de argumentar, tan siquiera mínimamente, las razones de su voto, lo cual me puso frente a una de las imperfecciones de los métodos democráticos: el voto de quien solo se molesta de enterarse de la vida ajena, vale lo mismo que el de quien se preocupa de enterarse de aquello que vota.
Parece que a «algunos» del órgano de gobierno de mi comunidad les debieron de «comer el coco» porque, algún tiempo después de la mencionada patética reunión, se convocó otra ¡con el mismo orden del día!, en la que se anuló el acuerdo de aquella y se votó a favor de otra variante de eliminación las barreras arquitectónicas más acorde con los gustos de «algunos», pero… ¡a doble precio!, y con unas mejoras más que dudosas.
Las obras duraron algo más de ¡cuatro meses! que, además, provocaron un serio accidente personal, ruidos atronadores y polvaredas que, por días, casi nos sepultan, algo que, a buen seguro, podría haberse evitado si la cordura hubiera imperado en la toma de decisiones, tanto de gobernantes como de gobernados.
Dicho lo anterior, explicaré ahora en que consistió la carísima y polémica eliminación de barreras arquitectónicas del portal de mi comunidad. A escala, la Fig. 1 muestra su plano antes de haber sido sometido al proceso de adaptación; en él se observan las áreas S1 a S4 y calle, que estaban a distintos niveles, por lo que se accedía a ellas subiendo o bajando escalones; para esquivarlos, el proyectista de tan magna obra optó por enrasar las superficies S1 y S2 con la S3, mediante el carísimo, lento y ruidoso método de demoler toda la estructura existente bajo las superficies S1 y S2, y sus respectivos escalones de acceso. También ideó la eliminación de la escalera de acceso de la superficie S3 a la S4, substituyéndola por una rampa, haciendo lo mismo con el escalón de la S4 con la calle (ver las partes aplicables ralladas en rojo de la Fig. 2) y, aprovechando la ocasión, eliminó también la puerta 5.

Fig. 1

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Tópico y típico negociante, que no empresario

Nuestro personaje había sido incapaz de emprender estudios más allá de la EGB y, tras haber dado algún que otro tumbo por ahí, alcanzó una configuración próxima al analfabetismo, pues sus patadas al diccionario, hablando o escribiendo, no posibilitaban otro encuadramiento; eso sí, tenía una aceptable labia que no pasó desapercibida para sus más allegados que, a la vista de ello, lo animaron a ejercer de comercial. El tipo de comercio que eligió, unido a una coyuntura favorable, empujaron a nuestro personaje hacia éxitos nunca contemplados en sus más optimistas sueños, tanto, que decidió independizarse, crear una S.L., adquirir una nave y cierto herramental, que le permitieran producir y comercializar lo que, hasta aquel momento, solo había vendido para otros «negociétes».

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