Esta carretera nacional tiene una longitud total aproximada de 561 Km, de los cuales solo me ocupare aquí del terrorífico tramo, de unos 30 Km, comprendido entre los términos municipales de Figueruelas (lindante con el de Pedrola) y Mallén, ambos en la provincia de Zaragoza, Comunidad Autónoma de Aragón (España). En la Fig. 1 está representado el trazado del tramo en cuestión, y en él ha habido – y desgraciadamente habrá – tantos accidentes de tráfico que, en un país medianamente serio, ya se habría abierto una investigación para depurar las responsabilidades (si las hubiera) de quienes, año tras año, han decidido mantenerlo en un estado incompatible con el intensísimo tráfico rodado en el que está continuamente inmerso, causante directo de innumerables muertos y heridos.
Fig. 1
Fue en el año 1.969, cuando pasé la primera vez por este tramo de carretera; desde entonces han pasado 45 años, tiempo en el que únicamente se ha mejorado su señalización, se ha construido un cruce a distinto nivel (el tristemente famoso y mortífero cruce de Gallur), se han arreglado algunos accesos a poblaciones, pero mantiene un trazado casi idéntico, y su anchura sigue siendo exactamente la misma, pese al desmesurado aumento de la intensidad de su tráfico, y que, como ya he dicho, ha provocado innumerables víctimas mortales y no pocos heridos, poniendo de manifiesto la desidia, la dejadez y el abandono en que se han movido los responsables de adaptar este tramo de carretera a las necesidades que demanda el moderno e intenso tráfico rodado.
Como mínimo, durante ocho meses al año recorro semanalmente 14 Km de ese tramo de carretera – ida y vuelta -, y cada vez lo hago más con «el alma en un puño» pues, la intensidad de su tráfico pesado, el terrible cierzo que frecuentemente azota por esta zona, y la estrechez de la carretera (ver Fig. 2) comparada con la anchura actual de los camiones, hacen que conducir un vehículo sea lo más parecido a un deporte de alto riesgo, pues una mínima distracción puede acarrear muy serias consecuencias; tanto es así, que rara es la vez que no tengo que detenerme a causa de un accidente o ver, al pasar, los restos de alguno, y todo porque a algunos no les ha dado la gana de construir una autovía como la que en Navarra y desde hace tiempo ofrece al conductor la N – 232.
Fig. 2
Tantos accidentes no conmovieron lo suficiente a quienes tuvieron y tienen la responsabilidad de velar por el cuidado de la Comunidad y decidir la construcción urgente de la autovía que los ciudadanos pagaremos en su momento y merecemos desde siempre; lejos de ello, a alguien se le ocurrió un día, decir: “dejadme, que esto lo arreglo yo”, y, ni corto ni perezoso, ordenó limitar la velocidad en todo el tramo a 80 Km/h, prohibir los adelantamientos y pintar una ralla continua a lo largo de los 30 Km que tiene el tramo de carretera ¡¡una genialidad!! ¿Cómo no se le habrá ocurrido antes a alguien?, habrá pensado algún cortito. Ignoro si los accidentes han disminuido como consecuencia de la adopción de estas tercermundistas medidas, pues, como ya he dicho, sigue habiendo muchos accidentes que me impiden avalarlas y, desde luego, sigo transitando por este tramo de carretera con un temor in crescendo. Quiero decir también, que conducir durante 30 Km, a 80 Km/h y uncido a los humos del camión que va delante, pone a prueba la paciencia de cualquier conductor y explica pero no justifica la actitud de algunos conductores saltándose la prohibición de adelantar y traspasando la ralla continua.
Las fuertes emociones que nos prodiga este tramo de carretera se inician, por su lado zaragozano, con un par de carteles informativos pero incompletos – en el lado navarro hay otros similares – (ver Fig. 3), pues solo informan del peligro originado por posibles retenciones y de la limitación de su velocidad, pero omiten la imposibilidad de adelantar en todo el recorrido, pues las líneas continuas que se ven en las Fig. 2 y 3 solo se convierten en discontinuas – tal como se ve en la Fig. 4 – en aquellos lugares en los que únicamente se permite cruzar la carretera a los vehículos.
Por cierto, esta genialidad de prohibir los adelantamientos fue tan radical que provocó varias protestas públicas y fueron necesarias algunos meses para que los responsables de la cosa se decidieran a modificarla, para permitir a agricultores y otros transportistas, cruzar la carretera con sus vehículos sin la amenaza de ser multados por saltarse la ralla continua (parece que tan sesudos responsables pasaron por alto que en esta zona hay gran actividad agrícola y ganadera). Un hecho como este trae de nuevo a mi memoria una pregunta que me estoy haciendo desde hace muchos años y a la que sigo sin encontrar respuesta: ¿Quién decide la señalización de la red viaria? ¿Cuál es su nivel de formación? ¿Qué criterios sigue? Quiénes pintan la señalización horizontal o quiénes sitúan la señalización vertical de las carreteras ¿Qué referencias usan para hacerlo? Llevo mucho tiempo tratando de averiguarlo, pero jamás he visto trabajar a estos profesionales guiándose con un plano, mapa, u otro tipo de documento válido.
Fig. 3 (Señalización situada en 41°45’57» N / 1°11’39» O)
Fig. 4 (Cruce situado en 41°49’48» N / 1°17’48» O)
A las muchas emociones que, como ya he dicho, cualquier conductor puede experimentar en este tramo de carretera, se añade otra, también presente en todas las demás, consistente en estar permanentemente pendiente del velocímetro, pues cualquier descuido puede amargarnos el día, el mes o los meses – según circunstancias de cada uno – al ser cazados por el omnipresente radar, imperante en las carreteras desde que los malos gobiernos y la corrupción han provocado esta pavorosa recesión y dejado vacías las arcas públicas. Dicho esto, señalo ahora los lugares donde existen radares fijos y otros donde se suelen situar los móviles – a buen seguro habrá más, pero estos son los únicos que conozco –, obviamente, paso por alto los que están en movimiento, aunque también éstos contribuyen a hacernos un roto. En la Fig. 5 señalo:
– R – 1: Radar fijo dirección Logroño
– R – 2: Localización de radar móvil dirección Zaragoza
– R – 3: Localización de radar móvil dirección Logroño (Señalado con una flecha en la Fig. 2 y de coordenadas 41°46’42» N / 1°13’53» O)
– R – 4: Radar fijo dirección Logroño
Es evidente que, con esta ordenación de radares, los responsables demuestran estar más interesados en la caza en dirección Logroño ¿Porque? … Vaya Vd. a saber.
Fig. 5
Deseo ahora que el lector se fije en la Fig. 6 que es un fragmento de la Fig. 5 circunscrito al área de Pedrola. ¿De qué manera contribuye el radar R – 1 a mejorar la seguridad del tráfico, teniendo en cuenta que está situado al comienzo de una recta de unos 2.200 m de longitud? Estos radares no tienen ese alcance, y aunque lo tuvieran sus efectos quedarían anulados por la sombra proyectada por los innumerables camiones en circulación que anulan su efectividad; no obstante, su recaudación debe ser muy interesante para las arcas públicas, pese a que su presencia está debidamente señalizada.
Fig. 6
Políticos de gestiónmal:
Puede que aplaquéis vuestra conciencia alegando que la responsabilidad de la N-232 es del Gobierno Central; puede también que éste afirme, escurriendo el bulto, que no hay dinero para construir los 30 Km de autovía; pero sabed que con actitudes así, solo engañáis a quienes se dejan, porque la realidad no oculta que cuando os interesa algo para vuestro partido o para vosotros mismos, no hay ni dificultades ni obstáculos, hasta el extremo de no imaginarme tan lamentable estado de carretera, si tuvierais que conducir habitualmente por ella … ¡sois así!
Las fotografías fueron tomadas el día 24-7-2014.
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Un vergüenza!, mientras no metan a más gente a la cárcel, esto seguirá así…. podían empezar por políticos/banqueros analfabetos responsables directos de esa y otras muchas carreteras y por lo tanto responsables directos de las víctimas.